Quedar perdidamente enamorado de una chica a la que detuvo por manejar en estado de ebriedad, le valió a un policía de Barcelonaunos cuantos años de cárcel, por acosarla indirectamente con multas absurdas.
Se trata de un agente de la Guardia Urbana de Barcelona, quienen 2012, realizó la prueba del alcoholímetro a una joven que tenía 0.25 miligramos de alcohol por litro de aire, lo mínimo para ser sancionado de acuerdo con la legislación local.
POLICÍA CREYÓ QUE EL LADRÓN ESTABA ARMADO, PERO EN VERDAD ¡ERA SU ERECCIÓN!
Luego de haber intercambiado números de teléfono, ambos comenzaron a tener comunicación constantemente, tanto que lograron tener una cita para ir a tomar un café.
Sin embargo, todo cambió cuando el policía descubrió en el perfil de Facebook de su enamorada, que ella tenía una relación, algo que lo enfureció y comenzó a inventarle multas para desquitarse del engaño.
ARDIENTE POLICÍA DESLUMBRA ¡CON SU TERNURA Y AMOR POR LA JUSTICIA!
Ante este acoso que incluía gritar en la calle o comprar a vendedores ambulantes sin licencia, la chica levantó una denuncia que orilló a la Audiencia de Barcelona a condenar al uniformado a 4 años y medio de cárcel, 6 de inhabilitación y una multa de aproximadamente 10 mil 500 euros 29 mil 400 pesos.
AMM
Se trata de un agente de la Guardia Urbana de Barcelona, quienen 2012, realizó la prueba del alcoholímetro a una joven que tenía 0.25 miligramos de alcohol por litro de aire, lo mínimo para ser sancionado de acuerdo con la legislación local.
POLICÍA CREYÓ QUE EL LADRÓN ESTABA ARMADO, PERO EN VERDAD ¡ERA SU ERECCIÓN!
Luego de haber intercambiado números de teléfono, ambos comenzaron a tener comunicación constantemente, tanto que lograron tener una cita para ir a tomar un café.
Sin embargo, todo cambió cuando el policía descubrió en el perfil de Facebook de su enamorada, que ella tenía una relación, algo que lo enfureció y comenzó a inventarle multas para desquitarse del engaño.
ARDIENTE POLICÍA DESLUMBRA ¡CON SU TERNURA Y AMOR POR LA JUSTICIA!
Ante este acoso que incluía gritar en la calle o comprar a vendedores ambulantes sin licencia, la chica levantó una denuncia que orilló a la Audiencia de Barcelona a condenar al uniformado a 4 años y medio de cárcel, 6 de inhabilitación y una multa de aproximadamente 10 mil 500 euros 29 mil 400 pesos.
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