En Tulare, California, Estados Unidos, José Luis Ochoa de 35 años de edad, murió después de que uno de sus gallos de pelea le clavara una navaja en la pierna durante uno de sus combates.
Informes apuntan que Ochoa pudo haber muerto a causa de la pérdida de sangre en exceso que sufrió debido al navajazo ya que después de que la policía llego a su casa, él huyó por el 'negocio' ilegal que manejaba.
Ofelia Ochoa, esposa del fallecido, defiende que su esposo no participaba en dicha pelea y que uno de los organizadores era John Cabrera a quien demandó al igual que al Centro Médico Regional de Delano, por "negligencia".
Un sargento de Tulare, Martin King, declaró que jamás había presenciado un hecho similar, pues todos los involucrados en las peleas de gallos saben que si sufren algún accidente, debe atenderse inmediatamente pues puede desangrase.
Al mismo tiempo, informó que Ochoa ya estaba acusado de entrenar y obligar a los gallos a pelear de manera clandestina e ilegal, así como maltrato animal.
ML
En Tulare, California, Estados Unidos, José Luis Ochoa de 35 años de edad, murió después de que uno de sus gallos de pelea le clavara una navaja en la pierna durante uno de sus combates.
Informes apuntan que Ochoa pudo haber muerto a causa de la pérdida de sangre en exceso que sufrió debido al navajazo ya que después de que la policía llego a su casa, él huyó por el 'negocio' ilegal que manejaba.
Ofelia Ochoa, esposa del fallecido, defiende que su esposo no participaba en dicha pelea y que uno de los organizadores era John Cabrera a quien demandó al igual que al Centro Médico Regional de Delano, por "negligencia".
Un sargento de Tulare, Martin King, declaró que jamás había presenciado un hecho similar, pues todos los involucrados en las peleas de gallos saben que si sufren algún accidente, debe atenderse inmediatamente pues puede desangrase.
Al mismo tiempo, informó que Ochoa ya estaba acusado de entrenar y obligar a los gallos a pelear de manera clandestina e ilegal, así como maltrato animal.
ML