El paseo nocturno de un perro pitbull acabó de la manera más triste, su dueño fue baleado en la cabeza en plena calle, en la colonia Ejército de Oriente, en Iztapalapa.
El ataque sucedió en la madrugada del domingo, la mascota no se alejó, al contrario, intentó reanimarlo a lengüetazos y no dejaba que alguien se acercara.
Luego de que una persona llamó al número de emergencias para reportar que había un hombre lesionado en la calle Fuerte de Loreto, llegó la policía y encontró el cuerpo sobre una banqueta.
Se identificó al hombre como José Enrique García, un estilista de 44 años, que sujetaba con la mano derecha la correa de su perro Pancho.
El instinto de protección del animal es lo que hacía que no se separara de su dueño. Lo veía sin moverse y suponemos que imaginaba que íbamos a atacarlo sin que él pudiera defenderse, por eso es que su reacción era la de defenderlo”, explicó un elemento policiaco que llegó al lugar.
Poco después de las 02:00 h, los agentes hallaron a un familiar del hombre. Fue su sobrino Gualberto Verdejo García, de 37 años, quien tuvo que tranquilizar al animal. Lo acarició, lo distrajo, y así logró quitarlo de un costado de su dueño.
VTM
El ataque sucedió en la madrugada del domingo, la mascota no se alejó, al contrario, intentó reanimarlo a lengüetazos y no dejaba que alguien se acercara.
Luego de que una persona llamó al número de emergencias para reportar que había un hombre lesionado en la calle Fuerte de Loreto, llegó la policía y encontró el cuerpo sobre una banqueta.
Se identificó al hombre como José Enrique García, un estilista de 44 años, que sujetaba con la mano derecha la correa de su perro Pancho.
El instinto de protección del animal es lo que hacía que no se separara de su dueño. Lo veía sin moverse y suponemos que imaginaba que íbamos a atacarlo sin que él pudiera defenderse, por eso es que su reacción era la de defenderlo”, explicó un elemento policiaco que llegó al lugar.
Poco después de las 02:00 h, los agentes hallaron a un familiar del hombre. Fue su sobrino Gualberto Verdejo García, de 37 años, quien tuvo que tranquilizar al animal. Lo acarició, lo distrajo, y así logró quitarlo de un costado de su dueño.
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