¡Tuve miedo de morir! Ivonne Montero sobrevivió al Covid con tratamiento alternativo

P ese a que siempre fue muy cuidadosa para evitar que el coronavirus entrara a su casa y afectara a su hija Antonella, de 7 años, a finales de febrero, Ivonne Montero, de 46, lamentablemente se contagió y la pasó muy mal.

 

Por fortuna, su nena no estaba con ella, pues debido a que la actriz estaba trabajando, la pequeña estuvo en casa de sus abuelos desde diciembre.

 

Al respecto, la actriz nos cuenta todo lo que pasó y cómo se trató: 

 

 

-Ivonne, ¿cómo viviste la COVID-19?

 

“Inicié con síntomas muy leves la primera semana de marzo mientras trabajaba en un proyecto del cual no puedo hablar mucho; ahí nos hacían dos pruebas semanales y siempre salí negativo. Después, inicié con fiebres, dolor de espalda, tos y mi saturación comenzó a bajar; me hice otra prueba y salió positiva. Me hicieron tomografías y mis pulmones estaban muy dañados”. 

 

-¿Llevaste tratamiento médico?

 

“En una semana me pegó durísimo, sólo tomé paracetamol y, en cuanto di positivo, inicié con el protocolo del dióxido de cloro, que yo ya había estudiado porque me daba miedo contagiar a mi hija por su problema de corazón, y aunque muchos me dijeron que me estaba envenenando, tomé el riesgo”.

 

 

-Prosigue...

 

“El 15 de marzo, cuando di negativo, tomé dexametasona e inhaladores, ahora estoy tomando terapias respiratorias”.

 

-¿Cuánto tiempo tomaste el dióxido?

 

“Cuatro días y eso me sacó adelante, hice nebulizaciones, gárgaras y aseos nasales con él. Me daba mucho miedo morir por el virus y ya no poder abrazar nunca más a mi niña, dejarla huérfana; fueron días muy difíciles, pero gracias a Dios aquí estoy para contarlo. Este tratamiento no está aprobado por la OMS, pero con esta sustancia, al quinto día (12 de marzo), amanecí como si nada hubiera pasado, se me quitó”.

 

-¿Pediste la opinión de algún médico sobre esta sustancia?

 

“Los que me atendieron nunca me dijeron que lo suspendiera, sólo la cardióloga de mi hija me dijo que podría dañarme el estómago, pero me arriesgué a tomarlo porque ya estaba empeorando”. 

 

 

 

 

-¿Cómo fue que Antonella no estaba contigo?

 

“Desde diciembre comencé a trabajar en una película en Irapuato y, como mis llamados eran continuos, les pedí a mis papás que me la cuidaran, sabía que el convivir con más personas conllevaba más riesgo”.

 

-En febrero iniciaste con otro proyecto, ¿no?

 

“Así es, ése se grabó aquí en la CDMX, por lo que sí veía a mi hija entre semana, siempre desinfectándome, con careta y cubrebocas. Cinco días antes de comenzar con mis síntomas, la dejé de ver por la carga de trabajo. Dios es tan grande que no permitió que la viera cuando me infecté y la libró, sin duda, él cuida mucho a mi niña”.

 

-Te criticaron mucho por lo del dióxido...

 

“Sí, la gente me dijo que me iba a envenenar y demás cosas, pero lo cierto es que yo jamás haría algo sin tener conocimiento de qué me voy a tomar”, finalizó.