Muerte de Xavier Ortiz ¿culpa de su ex?

Sin duda alguna, el reciente fallecimiento de Xavier Ortiz ha sido una de las noticias más impactantes en lo que va de este 2020. 

 

Su suicidio fue consecuencia de una serie de problemas emocionales y laborales que venía arrastrando desde años atrás, como su separación de Carisa de León, de 45, alejarse de su hijo porque no podía cumplir con la pensión alimenticia a falta de un trabajo fijo, dejar de atender su depresión y verse obligado a rematar sus bienes para sobrellevar la pandemia.   

 

 

Un amigo cercano a Xavier nos contó algunos detalles sobre él que hoy nos hacen entender su desesperada decisión:  

 

 

“Xavier llegó a Tepic a trabajar al programa Viva la mañana. Era el conductor principal y fue muy bien recibido gracias a que era una gran personalidad y a su simpatía. Se fue a vivir con su mujer, su hijo y los hijos de ésta”.

 

 

“Porque Roberto Sandoval, quien era el gobernador, le dio el trabajo como agradecimiento, pues lo apoyó durante su campaña. Además Xavier se encontraba completamente descapitalizado y necesitaba ingresos”. 

 

 

 

“Sólo tres años, pues dejó la emisión para estar con su mujer y su hijo, quienes se regresaron a vivir a Guadalajara”.

 

 

“Así es, su hijo era su vida entera; él nunca pensó que llegaría a ser papá, pues creía que nunca iba a encontrar a la mujer con la cual tenerlo y además ya estaba grande cuando lo tuvo (50 años), por eso lo quería tanto”.

 

 

“Era muy celosa y exigente, todo le parecía poco y siempre se sentía insegura por ello. Además, porque decía que no le gustaba vivir en Tepic, aunque estaba en una casa muy bonita y a Xavier le iba muy bien; se le hacía poca cosa, nada que ver con las expectativas que se había hecho andando con un famoso, por lo que empezó a tratarlo de fracasado. Para ella, vivir en Guadalajara era lo ideal, porque ahí tenía a sus padres. Además ella tenía mal carácter, siempre se estaba quejando de todo, simplemente no se adaptó”. 

 

 

 

“Xavier vivió solo durante dos años, pero iba y venía para verlos, vivían en unión libre y después se casaron; ella se fue en 2013 y Xavier los alcanzó en 2015, pues viajar cada semana ya era muy desgastante y los extrañaba mucho. Ya en Guadalajara no le fue nada bien, empezó su debacle en lo emocional, en lo económico, en todo. Sus últimos años de vida fueron muy complicados, no se lo merecía”. 

 

 

“Tuvo muchos tropiezos en lo profesional y en lo personal. Después de Garibaldi, puso dos servicios de camionetas para Uber, pero tuvo que venderlas cuando terminó su relación con Carisa (en 2018), pues ella le exigía una jugosa pensión. Su economía se vio rebasada y tuvo que deshacerse de esos bienes, sólo se quedó con la casa que tenía en Parque de La Castellana, en Guadalajara”.

 

 

“Esa casa la compró cuando recién inició su relación con Carisa, en 2011, y fue el resultado de sus años de trabajo, pero también tuvo que malbaratarla: de 5 millones de pesos que pedía, acabó recibiendo 3 y medio, casi todo se lo dio a ella para saldar sus deudas”. 

 

 

 

“Sí, quiso hacer algunas con El Reencuentro de Garibaldi (2018-2019) en diferentes ciudades; había logrado algunos contratos, pero empezó a haber algunas diferencias entre ellos, de ahí comenzó a apagarse el proyecto. Tuvo conflictos por el uso del nombre, y por la inversión se quedó sin un peso, vendió todo lo que tenía y no funcionó”.

 

 

“Cuando él comenzó a tener compromisos con lo del reencuentro y tenía que ir y venir de la ciudad, su presencia era intermitente y eso empezó a hacer tensa la relación. Además sólo vivía de conducir pequeños eventos, pero ninguna actividad fija”.

 

 

“Sí, tenía muchas ansias por no ver al niño y eso le generaba mucha tristeza. Luego fracasó lo del reencuentro y regresó a su casa, y se quedó ahí solo, muy deprimido”. 

 

 

“Por varias razones: él estaba totalmente descapitalizado y necesitaba saldar deudas; además, ya no le veía caso a seguir viviendo en una casa tan grande él solo, eran muchos los gastos de mantenimiento; también tenía la idea de volver a la CDMX para ver si podía regresar al medio artístico, tenía la esperanza de volver a empezar, recuperar sus ingresos y ver a su hijo, pero hasta en la venta de la casa salió perdiendo, tuvo que malbaratarla”. 

 

 

 

“Su plan era regresar a la CDMX para picar piedra de nuevo o revivir el personaje de ‘Bugambilia’, de Aventurera, y dar shows en Guadalajara; después sus primos le prestaron un espacio en Guadalajara para guardar sus cosas por si no le salían bien los planes, ahí vivió sus últimos días, incluso antes de que se suicidara, pensó en ayudar a enfermos con el riesgo de contagiarse de Covid-19”. 

 

 

“Sí, de hecho, se propuso para asistir a los enfermos en los hospitales, pero no hubo una plaza para él. Incluso llegó a decirnos: ‘Mejor me muero, porque no sirvo en este mundo’”

 

 

“Habló del amor que le tenía a su hijo, de su deseo de ser útil, que no le gustaba amanecer sin tener una motivación en su vida. Desde el año pasado estaba muy deprimido, angustiado, lloraba mucho, tenía una tristeza profunda y una necesidad de escapar de esa realidad. Estaba demacrado, cansado, y ya no comía bien porque ni con la venta de cubrebocas pudo mejorar su economía, nada le funcionaba”.

 

 

“No te podría decir si se volvió alcohólico, pero ya era algo recurrente en él, casi siempre estaba tomando, no al grado de caerse de borracho, pero sí se tomaba sus copitas”. 

 

 

“Sí, sí se estaba tratando, pero al parecer dejó de tomar sus antidepresivos por falta de dinero, y lo terrible es que lo llevó a una depresión mayor, fue una desgracia. Desconozco qué resultados hubo en la autopsia, no sé si, independientemente de que se comprobó que fue un suicidio por ahorcamiento, se midieron niveles de ciertas hormonas que hayan precipitado su decisión, pero lo que sí te puedo asegurar es que me dijo que tenía mucho miedo de envejecer solo, no quería terminar sus días así, no quería terminar sus días sin ser productivo”. 

 

 

 

“No, él decía que a lo mejor no había sabido elegir a sus parejas, que a Paty y a la madre de su hijo las respetaba, pero que a lo mejor no tomó las decisiones correctas. Padecía un vacío en lo laboral, en lo familiar, en lo sentimental; miedo a la soledad y a la vejez”.

 

 

“Suplicaba hacerlo, y lo acercamos a algunos hospitales, lo estábamos gestionando, pero no encontró una oportunidad, ahora salen con que: ‘¿Por qué no me dijiste? Yo le hubiera dado una oportunidad’, ya para qué”. 

 

 

“No sé, ahora se dicen muchas cosas, se rumora que el día que se suicidó, horas antes, tuvo una fuerte discusión con su ex, igual por asuntos de dinero, entre otras cosas, pero una de ellas fue que lo amenazó con que él ya no volvería a ver a su hijo jamás. Quizá ya venía pensando en quitarse la vida de tiempo atrás. Su exmujer fue muy cruel, durante la pandemia no le permitió hablar con el niño ni siquiera por videollamada. En sus últimos meses de vida lo que él quería era cerrar el ciclo con Carisa, finiquitar sus deudas para no vivir con esa angustia y hacer algo propio para ser visible nuevamente”. 

 

 

 

 

“Siempre estaba muy triste, lloraba mucho, no se veía realizado ni pleno, sentía que las oportunidades se estaban terminando, había mucha soledad en él. Todo se recrudeció con la pandemia, tenía mucha angustia. Lo que es un hecho es que él tenía la necesidad de ser escuchado, lo que le daba paz era tener comunicación con alguien. Tenía muchos vacíos, mucha tristeza, se sentía poco útil”, finalizó.