Michelle Salas confiesa que nunca fue la niña que 'lo tuvo todo'

Michelle Salas la hija de Stephanie Salas y Luis Miguel pareciera que siempre ha tenido todo, pues es parte de una de las familias más reconocidas de México. Aunque según la joven de 30 años esto no fue así, pues cabe recordar que a su llegada a este mundo, su padre, no la reconoció como hija suya, lo que los llevó a un distanciamiento hasta el año 2008, que se reencontraron y un año después se hizo por fin oficial la paternidad del cantante a su primogénita.

 

 

 

Este fue el parteaguas en la vida de Michelle para convivir con su padre, por lo que se mudó a sus 20 años de edad a Los Ángeles, California para tener esa relación entre padre e hija y además para lograr su mayor sueño en la vida, tener un lugar en la industria de la moda y ser independiente.

 

 

A pesar de que se dice que ambos están distanciados de nuevo, debido a que la joven malgastaba el dinero que le daba su papá, Michelle abrió su corazón y decidió hablar su vida privada, cosa que no suele hacer pues tal y como lo hace Luis Miguel, es muy hermética en ello, así que fue a través de sus historias de Instagram que respondió algunas preguntas de sus seguidores quiénes le preguntaron cómo logra tener el estilo de vida que muestra a través de la red social: “Trabajando. Sé que nunca he sido muy abierta con mi vida personal, pero creo que poco a poco estoy trabajando en que me cueste menos hablar de mi”, contestó.

 

 

Michelle confesó que abrirse camino en la moda no ha sido fácil pero decidió apostar todo a ello y cuando por fin logró que su carrera fuera rentable, disfrutó hacer feliz a su familia con lo que ganó con esfuerzo, “me sentí muy feliz la primera vez que invité a comer a mi mamá con mi dinero. Mi vida ha cambiado mucho los últimos años, la gente que me rodea sabe que he trabajado y me ha costado mucho más de lo que parece, el poder llegar a hacer lo que hago y vivir de ello”.

 

 

 

Michelle explicó también que siempre ha estado motivada por lograr sus sueños, independientemente de que la familia en la que nació, pudiera darle una vida de ensueño, “me mantengo prácticamente sola desde los 19 años. Realmente no por necesidad como tal, pero porque uno de mis grandes sueños era poder ser independiente… no soy la niña que siempre lo tuvo todo”, finalizó.