'Enferma de amor' y de trabajo: Esmeralda Pimentel se prepara para dirigir cine

 

Esmeralda Pimentel no se conforma con ser solo una cara bonita, o una estrella más del que fuera “canal de las estrellas”, o una taquillera actriz de teatro que sea garantía para los proyectos en los que participa... No, la joven jalisciense no quita el dedo del renglón, para dar el gran salto de actriz, a directora de cine.

 

 

"Estoy encontrando mis tiempos para dirigir mis cortometrajes; siempre le he traído ganas a la dirección, porque cuando yo me gradué, que nadie nos daba trabajo a mis compañeros y a mí, decidimos unirnos e hicimos una creación colectiva que fue una obra de teatro que ganó un festival de teatro de la UNAM... Eso me marcó para saber generar mis propios proyectos y no esperar a que otras personas me dieran las oportunidades o esperar que me llegara el proyecto que yo quería contar".

 

"He dedicado a lo largo de mi carrera tiempo a estudiar; soy una persona que cree muchísimo en la preparación, entonces siempre que termino un proyecto estoy en cursos en México o en Estados Unidos, de guionismo y actuación; me gusta mucho observar las decisiones que toman los directores, soy muy preguntona, porque esperaba en algún momento en mi vida dirigir mis propios proyectos, y ya se está gestando... Ya lo escribí, los actores que yo quería que colaboraran me dijeron que si, lo cual para mi ha sido como un súper regalo, y mucha gente se ha unido, mucha gente que está creyendo en mí, que está confiando en mí y eso es maravilloso".

 

 

"No, discúlpame, como si ser joven o ser mujer te imposibilitara algo, claro que no; yo lo que veo es una posibilidad de aprender, de regarla, estoy consciente desde ahorita que voy a tener muchos errores, pero es la única manera de aprender y de ser mejor, y qué mejor que tener errores acompañada de la gente que te quiere, que te respeta, que te acompaña y a la que quieres".

 

"Las etiquetas no me las pongo yo, las etiquetas las ponen otras personas, y eso no es mi responsabilidad ni mi preocupación".

 

"Más que reto es la oportunidad de crecer, de aprender, acompañada de personas que admiro, que quiero, que respeto profundamente, y regresar al escenario creo que siempre es un enorme placer... El teatro es la casa y el lugar donde un demuestra de qué está hecho, cuáles son sus herramientas, sus habilidades; ahí no hay 'corte, se repite', no, ahí es 'corte y queda', nada más".

 

 

"Creo que eso fue lo primero que nos pasó a todos cuando nos juntamos, empezamos a platicar de cada una de las historias, todos habíamos pasado por una de esas situaciones; cuando vi la primera corrida de la obra con el otro equipo, pasaba de la risa al llanto y de nuevo a la risa... Creo que cuando se trata de amor y sobre todo de esta manera tan honesta y tan abierta como lo plasma el autor, es imposible no conectar".

 

"Todos en algún momento lo hemos estado, y la vacuna o el mejor antídoto, es el amor mismo", concluyó.