Tras su boda con el
Príncipe Harry,
Meghan Markle ha tenido que apegarse a las tradiciones y estrictas reglas de la realeza británica. Sin embargo, una de las más extravagantes dicta que
esta Navidad deberá pesarse antes y después de la cena, pero ¿por qué?
De acuerdo con un artículo de Ingrid Seward, biógrafa real, la reina pide a los invitados que al llegar a
Sadringham House, la casa de campo de la familia británica, se pesen y que lo hagan una vez más al salir de la finca. Por supuesto, esto incluye a los nuevos integrantes, como
Meghan Markle.
Esta costumbre data de 1900 y fue instaurada por el rey Eduardo VII. La norma dicta que los miembros de la Familia Real deben subir a la báscula antes y después del festín navideño. Al parecer, el monarca estaba obsesionado con la salud y el bienestar, por lo que insistió en que todos comieran lo suficiente. Para probarlo, exigió a los comensales que se pesaran para demostrar que se habían llenado.
Otra de las llamativas costumbres es que los huéspedes entren al comedor por orden de antigüedad, y que el jefe de la cocina coloque sombreros de papel a todos, excepto a la reina.
Este año la Navidad real estará llena de novedades: será la primera de Markle como miembro oficial de la familia y como duquesa de Sussex, y también será la primera del pequeño Príncipe Louis, que para ese momento tendrá 8 meses. Además, a la cena estará invitada Doria Ragland, madre de la californiana de 37 años, un privilegio que no se ha concedido nunca antes, ni siquiera a los padres de Kate Middleton.
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