A dos meses del nacimiento del pequeño Archie, Meghan Markle sufre una fuerte presión para bajar de peso, por lo que se estaría sometiendo a este plan de alimentación.
Aunque a la royal no le interesa su cuerpo post-bebé, hace años comentó lo que hacía para mantenerse en línea.
En esto consistía su dieta:
Desayuno: Batido de vainilla desintoxicante mezclado con moras azules de Ontario; otras opciones: huevos sobre pan tostado y aguacate. Comida: Ensalada Niçoise con queso de cabra marca Grey Owl, pan y una copa de vino rosado (por aquello de la amamantada creemos que esto lo ha dejado afuera).
Cena: Mariscos, pasta y un Negroni (a base de ginebra, Campari y un vermut rojo, que pensamos, también lo ha dejado afuera.
Además, recientemente comentó que cada vez que va al supermercado, lo que no puede faltar en su carrito es: zanahorias, leche de almendras, hummus, jugo verde y budín de chía.
Muchas personas a través de redes sociales la han criticado por su figura, y muchos otros más le han aplaudido el hecho de que no le preocupa este aspecto de ella, pues está muy concentrada en cuidar de su pequeño niño.
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