En Aguascalientes, existe la Fábrica de pelucas oncológicas, que es única en nuestro país, y hace alrededor de 120 pelucas al mes. Hablamos con Mario Bejarano, supervisor del lugar en donde trabajan 28 personas, 18 de ellas son las tejedoras, que se presentan cada 15 días para entregar el trabajo que llevaron a su casa, las otras 10 están todo el tiempo ahí. Cabe mencionar que una peluca así cuesta entre 3 y 6 mil pesos, pues son de cabello natural y con tejido artesanal, y a pesar del alto costo, han podido beneficiar a 8 mil niñas.
-Mario, ¿cuál es la diferencia entre una peluca oncológica y otra estética?
“Las oncológicas son de cabello natural, porque las artificiales no permiten la transpiración e irritan el cuero cabelludo, pues a las personas que reciben quimioterapia se les debilita éste; se les hace bastante sensible”.
-¿Las niñas cómo reaccionan al recibirlas?
“Lo agradecen. Cada que se entrega una, se les habla de la gente que está detrás de ella. No es un regalo, y ya, es un cúmulo de emociones y sentimientos de gente que sin conocerlas quisieron hacer una aportación”.
-¿Al dárselas las ayuda anímicamente?
“Bastante. Muchas esperan su peluca, porque se llegan a sentir incómodas al perder su pelo, y no quieren convivir o salir. Entonces, se les pide que se dediquen al cien por ciento a la parte médica y no se distraigan con esto que las hace sentir mal. Algunas hasta esperan tenerla para hacer su primera comunión”.
El 18 de mayo de 2012, se inauguró la fábrica. “Desde 2009 comenzamos la campaña para que la gente donara cabello, se recolectaron 14 mil trenzas, se mandaron a fabricar a China, y se entregaron a diferentes hospitales. En 2011, se vio la opción de hacer una fábrica aquí y hacerlas nosotros. Hoy, el lugar trabaja gracias a donaciones de la gente, tanto en Teletón, como durante el año. La demanda es grande, pero el reto es que ninguna niña en México que pida la peluca se quede sin ella”.
En Aguascalientes, existe la Fábrica de pelucas oncológicas, que es única en nuestro país, y hace alrededor de 120 pelucas al mes. Hablamos con Mario Bejarano, supervisor del lugar en donde trabajan 28 personas, 18 de ellas son las tejedoras, que se presentan cada 15 días para entregar el trabajo que llevaron a su casa, las otras 10 están todo el tiempo ahí. Cabe mencionar que una peluca así cuesta entre 3 y 6 mil pesos, pues son de cabello natural y con tejido artesanal, y a pesar del alto costo, han podido beneficiar a 8 mil niñas.
-Mario, ¿cuál es la diferencia entre una peluca oncológica y otra estética?
“Las oncológicas son de cabello natural, porque las artificiales no permiten la transpiración e irritan el cuero cabelludo, pues a las personas que reciben quimioterapia se les debilita éste; se les hace bastante sensible”.
-¿Las niñas cómo reaccionan al recibirlas?
“Lo agradecen. Cada que se entrega una, se les habla de la gente que está detrás de ella. No es un regalo, y ya, es un cúmulo de emociones y sentimientos de gente que sin conocerlas quisieron hacer una aportación”.
-¿Al dárselas las ayuda anímicamente?
“Bastante. Muchas esperan su peluca, porque se llegan a sentir incómodas al perder su pelo, y no quieren convivir o salir. Entonces, se les pide que se dediquen al cien por ciento a la parte médica y no se distraigan con esto que las hace sentir mal. Algunas hasta esperan tenerla para hacer su primera comunión”.
El 18 de mayo de 2012, se inauguró la fábrica. “Desde 2009 comenzamos la campaña para que la gente donara cabello, se recolectaron 14 mil trenzas, se mandaron a fabricar a China, y se entregaron a diferentes hospitales. En 2011, se vio la opción de hacer una fábrica aquí y hacerlas nosotros. Hoy, el lugar trabaja gracias a donaciones de la gente, tanto en Teletón, como durante el año. La demanda es grande, pero el reto es que ninguna niña en México que pida la peluca se quede sin ella”.