Las fajas te moldean, pero ponen en aprietos tu salud

Ya que oprime el estómago y limita la ingesta de alimentos. Además desplaza los órganos de su lugar, causando otros malestares estomacales como: inflamación, reflujo y gases.

Debido a la humedad, que origina foliculitis en la piel. Al quedar las bacterias atrapadas entre los folículos del pelo, causan protuberancias, hongos e infecciones bacterianas que producen picazón, dolor y hasta ampollas.

Esto se debe a la retención de líquidos. Además de rojeces en la piel, favorece a la acumulación de sudor y la retención de líquidos, que causan la antiestética celulitis.

Entume y causa dolor en las piernas, por la compresión. Esto causa meralgia parestésica, cuando el nervio periférico en el muslo se comprime. Además reduce la circulación sanguínea que causa várices y arañitas vasculares.

Dificulta el retorno de la sangre, al no bombearla con normalidad. Esto afecta su ritmo al no bombear demasiada sangre desde las piernas. Además comprime los vasos sanguíneos del abdomen, provocando dolor profundo.

Esto sucede porque la faja hace ese esfuerzo muscular. Al ejercer presión, con el paso del tiempo los músculos se debilitan y dejan de trabajar firmemente, porque el corsé está haciendo esa función.