Combate las molestias por parálisis facial con las recomendaciones del Dr. Abel

Sigue estos sencillos consejos.

¿Qué es la parálisis facial?

Es la debilidad repentina que produce pérdida total o parcial de movimiento muscular voluntario en un lado de la cara.

¿Cuáles son los síntomas?

Dificultad para cerrar un ojo o sonreír; no tener expresiones.

Babeo.

Dolor de mandíbula o en la zona de la oreja.

PREGUNTA: Doctor: hace mucho empecé a sentir debilidad en la cara, sentía que se me salía la saliva y, después, que no podía cerrar bien un ojo. Fui con mi médico y me dijo que me quería dar una parálisis facial, que debía darme tratamiento y que mejoraría, pero empeoró. Fui de nuevo al médico, me dio otro tratamiento y nada, tengo mucho dolor, se me sale más la saliva y no puedo dormir bien. Ya me desesperé, los dolores son intensos y siento que la cara se me está cayendo. Ayúdeme. Leopoldo Merino.

Combate las molestias causadas por la pleuritis con las recomendaciones del Dr. Abel

RESPUESTA: Leopoldo: la parálisis facial o parálisis de Bell causa una debilidad repentina y en ocasiones temporal de los músculos de la cara; generalmente, cuando se da un problema de este tipo, nuestra sonrisa parece caída de un lado y no cierra bien el ojo o la comisura de la boca en la mitad afectada. Esto le puede suceder a cualquiera. No se sabe a ciencia cierta cuál es la causa precisa de este padecimiento, pero a menudo se le va a relacionar con infecciones de tipo viral, por ejemplo, el herpes, la varicela, la culebrilla, la mononucleosis infecciosa, enfermedades respiratorias, paperas e incluso gripe. Por otra parte, también puede estar relacionada con enfermedades de manos, pies y boca que provienen de problemas tumorales o estrés, entre otras cosas. Los síntomas más frecuentes son debilidad leve o parálisis total de la mitad del rostro; también, dificultad para mostrar algunas expresiones faciales, como cerrar un ojo o sonreír. El diagnóstico, generalmente se realiza de manera clínica y los estudios que se hacen son: electromiografía, tomografías o resonancias magnéticas computarizadas, así como estudios de sangre.

INFUSIÓN

1 cda. de hierba de San Juan

1 cda. de valeriana

1 cda. de echinacea 1 cda. de salvia
1 cda. de árnica
2 l de agua